¿Tomas batidos de proteínas tras tus entrenamientos? ¿Estás cansado de que sean siempre igual? ¿Incluso te sientan pesados en el estómago? Hoy te traigo esta idea para que aprendas a preparar este delicioso helado de proteína. Aportarás a tu cuerpo los nutrientes que necesita para que se recupere perfectamente tras una sesión de entrenamiento.
En casa tengo proteína con sabor a fresa en la despensa, y hoy he probado a combinarla con el coco, el resultado es realmente delicioso. Toma nota y disfruta de esta fabulosa alternativa para tu comida post entrenamiento, y por qué no, para un snack refrescante y nutritivo a media tarde.
Ingredientes del helado de proteína
— 2 scoop (cacitos o medidas) de proteína Whey sabor a fresa
— 2 cucharadas de leche o bebida vegetal de coco sin azúcar
— 4 cucharadas de yogur sabor a coco sin azúcar
— 2 cucharadas de mantequilla o crema de cacahuete natural sin azúcar
Nuestro helado de proteína post entrenamiento, ahora a la cocina
Añade a un bol todos los ingredientes de la receta.
Remueve muy bien hasta obtener una mezcla cremosa, homogénea y sin grumos. Puedes utilizar para ello un tenedor o un batidor manual pequeño.
Verter la mezcla en moldes de helados. A mí me encantan los moldes de silicona, ya que son muy cómodos de desmoldar y son totalmente reutilizables, tanto el molde en sí, como los palillos. Así que evitamos cualquier residuo.
Llevar los moldes al congelador durante al menos, 2 horas.
Desmoldar y consumir tras tu sesión post entrenamiento o como una deliciosa y nutritiva merienda refrescante.
Cambia el sabor de tu helado
Puedes variar el sabor de tus helados de proteína post entrenamiento siempre que quieras:
— Cambia el sabor de la proteína en polvo y utiliza proteína sabor a chocolate o cookies. Quedará delicioso.
— También puedes variar el sabor del yogur y el tipo de leche o de bebida vegetal.
— Las cremas de frutos secos le darán el toque cremoso a tu helado y también tienes muchas opciones donde elegir: puedes utilizar crema de anacardos o de almendras si prefieres sabores más suaves y neutros, o por ejemplo, crema de avellanas si prefieres un sabor más intenso. Recuerda que estas cremas siempre deben ser sin azúcar añadida y si es posible, que su único ingrediente sea el fruto seco.